Caracoles y babosas
Su presencia se reconoce por el trazo plateado que dejan al desplazarse con su baba, la que queda adherida como un surco por las superficies que transitan.
Con la saliva humedecen el tejido vegetal, lo afirman con la mandíbula y lo raspan con los "dientes" arrancando trozos de tejido como si fuera un rallador.
Sintomatología
Destruyen los tejidos dañando gravemente a las plantas. Perforan las hojas causando roturas y lesiones alargadas, dejando un rastro viscoso revelador.
También atacan por debajo de la superficie. Las babosas, especialmente, devoran las semillas antes de su germinación o los brotes y atacan los bulbos, originando posteriores infecciones de hongos.
Control y época de aplicación
Evitar encharcamientos y excesos de humedad.
- Anti-caracoles y babosas de Vitaterra, es un cebo minigranulado que actúa por contacto e ingestión. Compuesto a base de metaldehido, no afecta otros insectos o animales como las lombrices de tierra o las aves por ser un molusquicida específico y selectivo.
- Repelente de caracoles y babosas ecológico es un producto que actúa repeliendo los limacos fuera de la zona tratada.
El primer síntoma de envenenamiento en babosas y caracoles es la abundante secreción de mucosidad. Esto es un intento de desintoxicación que consume la energía del molusco debilitándolo. Este proceso afecta las membranas celulares y las células mucosas dejando al molusco inmovilizado a causa del envenenamiento. Al no poder recuperarse por medio de la absorción de agua queda expuesto a la deshidratación. El envenenamiento se produce tanto por ingestión como por simple contacto.